Durante la infancia (y de grandes también) el juego, la competencia, la diversión, son momentos cargados de emociones positivas, que nos facilita la apertura para "grabar" lindos recuerdos en nuestras memorias. Esto es aprovechado para canalizar la aprehensión de saberes.
Así, jugamos con los nombres de los días:
- ¡A ver quién encuentra primero el cartel de LUNES!
O sus propios nombres, cada uno de ellos escritos en carteles y puestos todos juntos!
Los diez primeros ganan! (a esto le agregamos variantes: de a dos jugadores, donde debían encontrar los nombres de ambos para ganar; o cada uno debía buscar el nombre del otro; por equipo, ganaba el primero en el que cada integrante, tenía el cartel que le correspondía; etc.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario